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lunes, 20 de diciembre de 2010

Piden las paredes libertades.

manuelita

No sé por qué, pero yo los tomaría en serio a los muchachos.

Quienes recorren diariamente las calles de la ciudad podrán haber notado que uno de los cambios más profundos que produjo la primera década del siglo XXI, ocurrió en esa forma de expresión ciudadana que son los grafitis. Lejos de haber desaparecido, los grafitis han ido transformándose para adquirir formas más artísticas y, curiosamente, menos originales.

Debo decir que cuando era un niño los grafitis cumplían la función principal de alertar a los vecinos sobre algún suceso, opción u oferta. Si a fulanito le gustaba fulanita, no tenía mejor idea que dejar que todo el barrio lo sepa mediante una pintada; si las elecciones se acercaban,los buenos jóvenes de tal o cual partido nos dejaban saber que el señor X era la conducción y que la señora ñ (la ñ para mí es femenina) se presenta como candidata al consejo escolar; ¿cuántas bandas de las que no hemos escuchado un tema conocemos por las voluntariosas pintadas de sus integrantes y seguidores (en este rubro creo que Trujamán´lleva una clara delantera)? Las pintadas y grafitis funcionaron como una forma de publicidad no tradicional, que resultaron efectivas sólo porque contradijeron el carácter efímero de los medios publicitarios.

Las pintadas perduran a través de las elecciones (juro que he visto en Pergamino una pintada del partido Conservador); permanecen aún cuando nuestros amores adolescentes tocan a su fin y pueden ser reconocidos cuando a todas esas bandas de barrio les llegó su Yoko Ono (?). Dada la perdurabilidad de las pintadas nunca entendí cómo a las empresas no se les ocurrió salir a pintar consignas con sus marcas, aunque me imagino que debe estar prohibido. Sin embargo, debemos decir que el grafiti no pudo competir contra los desarrollos tecnológicos y el generalizado berretismo del mundo. No es lo mismo salir a pintar “Luche y Vuelve” que “Alica Alicate”, por más esfuerzos que se pongan. En estos días de miedo al prójimo y televisión, es más efectivo pagar un spot publicitario que recurrir a una pintada en un espacio público del que muchos se niegan a participar. Por otra parte fotologs, msn, Facebook y todas esas redes sociales, han demostrado ser un punto de encuentro más efectivo para novios y banditas de rock que la pared del vecino de la esquina.

Sin embargo, y como hemos señalado, los grafitis no han desaparecido de nuestras ciudades, antes bien, diría que hay más que antes. Han mutado en su forma, remedando signos cuneiformes; han agregado color; perspectiva y efectos que los alejan del mero medio de comunicación y lo posiciona mucho más cercanos a disciplinas artísticas. Perdón, déjenme rectificarme, son en muchos casos obras de arte. No obstante lo dicho, algo hay en estos nuevos grafitis que no me convence. Cuándo uno ve una película filmada en Nueva York, o por caso en Río o en Ámsterdam, nota inmediatamente los mismos grafitis que se encuentran en nuestras ciudades. Algunos de ellos son bellísimos, otros menos, pero lentamente están convirtiendo los paisajes urbanos en uno sólo, en un gran grafiti global ininteligible que sirve de telón de fondo a nuestras vidas diarias. Todavía no decidí cuáles pintadas eran mejores, tampoco sé si hace falta tomar partido. Sólo puedo decir que dado que estaremos viéndolos por unos cuantos años, cuánto más lindos le salgan, mejor.

2 comentarios:

  1. "Algunos de ellos son bellísimos, otros menos, pero lentamente están convirtiendo los paisajes urbanos en uno sólo, en un gran grafiti global ininteligible que sirve de telón de fondo a nuestras vidas diarias"
    Mamadera!! que frasecita te mandaste!! pareces Claudio Maria Dominguez

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  2. A mi el grafiti me resulta en algunos casos enigmatico, dejando de lado los que no necesitan explicacion (como los amorosos y los politicos)y los que son hechos como verdaderas obras de arte, los que de alguna manera me dejan pensando son lo del stencil (tambien de la nueva generacion) la mayoria de las veces no entiendo de primera lo que quieren comunicar, en casi todos los casos son dibujos sencillos y representan cosas de la vida cotidiana, pero lo que no cierra es: porque grafitearlo(?)un caso concreto es la bicicleta (tamaño real) pintada en miles de paredes de rosario, que me costo varios meses enterarame que era por pocho leprati (el angel de la bicileta)

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