¡No…ese tiempo no! El otro…
Entre las cosas que no termino de entender de este mundo moderno, se encuentra la obsesión que aparentemente todos tenemos con el clima. ¿Díganme para qué cuernos necesitamos saber cómo va a estar el clima en los próximo 5 días? ¿Para qué necesitamos tanto nivel de detalle en esa información? Reputados psicólogos (?) podrán decir que tiene que ver con la necesidad de controlar todo, pero es un bolazo (?) Mi hipótesis es que sólo sirve para poder indignarnos con el Servicio Meteorológico Nacional. ¡¡¡No ves que estos tipos no entienden nada, no ves!!! (?)
Ahora tenemos un canal de televisión que da el clima las 24 horas, aplicaciones para el teléfono (mea culpa) que nos mantienen actualizados en todo momento, imágenes satelitales para saber con más precisión dónde están las nubes y vaya a saber que otro engendro para darnos una información que podríamos obtener abriendo la ventana. De esta manera se va generando una industria llena de gente que vive de proveer una información que es absolutamente inútil para el público en general. De todos esos, los peores son los que dan el pronóstico del tiempo en los noticieros, y en particular los que le quieren “poner onda”. Hay uno en particular, que recomienda de qué manera vestirte; a ese lo aborrezco. Sepa caballero, que vestirme sólo fue uno de mis primeros actos de independencia y no voy a resignarla para que usted haga su gracia (?). La única meteoróloga que vale la pena es Nadia y esencialmente porque no se le entiende nada.
Los otros héroes (?) del clima son los tipos que venden paraguas en la calle. En primer lugar porque, a diferencia de los otros parásito, ofrecen un servicio concreto y útil. Apenas caen las primeras gotas, dejan de vender la famosa manito rascadora, la gallinita con un hilo que cloquea, la Guía T o el adaptador del celular para el auto, y se reconvierten en vendedores de paraguas. Lo que nos lleva a nuestro segundo punto: ¿Dónde guardan los paraguas mientras no llueve? Es un verdadero misterio.
Es que en el fondo tenemos que ser buenos y sincerarnos; a no ser que tengamos que sembrar un campo o seamos marineros o pilotos de avión, la gran mayoría de la gente consume información climática sin poder sacarle ningún provecho. Pero más allá de esto, el más inexcusable de los daños causado por esta climatofilia (?) es que ha matado ese oasis de civilidad que era la conversación trivial. Uno podía hablar del tiempo con alguien en el ascensor sin tener ningún temor; sin riesgo a terminar discutiendo; teniendo que expresar sus opiniones o contando algún detalle íntimo. Sólo disfrutando de una conversación trivial y sin sentido. Ahora, gracias a estos acólitos de la información inútil, no falta un guanaco (?) que te viene a tirar la posta; que te quiere convencer de qué mañana va a llover y que está dispuesto a pelearse si, basándote en el reuma de tu abuela (?), el comportamiento de las arañas o algún otro método casero de pronosticar el clima, osás cuestionar lo escuchado en esos canales Gracias Weather Channel. Gracias por ayudar a hacer del mundo un lugar peor (?)