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domingo, 3 de octubre de 2010

La comisión, la comisión…

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Tecnología digital: Ahora dicen que se reduciría a esto

 

I

Sin lugar a dudas, uno de los sucesos más importantes de los últimos veinte años ha sido la llamada Revolución Digital. A partir de entonces cambió la forma en que recibimos información y la transmitimos; la forma en que percibimos el tiempo, el mundo y las relaciones humanas; de hecho, estoy escribiendo este post (y ustedes leyéndolo) porque abandonamos la tecnología analógica y abrazamos el paradigma digital.

II

A la hora de nombrar sus inventos (paso importantísimo si no quieren morir solos y pobres) los inventores han recurrido a unas pocas prácticas comunes. En primer lugar, denominan a sus inventos teniendo en cuenta lo que los inventos hacen. Licuadora, heladera, perforadora, control remoto, abrochadora, entre otras, son ejemplos claros de esta modalidad. En algunos casos, preocupados por su paso a la posteridad, realizan un pequeño auto- homenaje bautizando a sus creaciones con sus propios nombres. La birome, la galvanización, la pasteurización, militan en esas filas (?). Otros la van de modernos (?), y le ponen nombres locos, como Bluetooth. Finalmente, existe la posibilidad que se busque un nombre que incluya la descripción de lo que el aparato hace, pero en alguno de los idiomas considerados “cultos”. El cine, la televisión, el teléfono, son sólo algunos de estos pretenciosos aparatos.

III

Me gustaría saber en qué estaban pensando los tipos a los que se les ocurrió ponerle al Disco Compacto (Compact Disc, CD) ese nombre. Es indudablemente uno de los nombres más idiotas que se les podía ocurrir. El CD es el símbolo más importante del traspaso de la era analógica a la digital. Desde que el CD llegó a nuestras vidas, hemos erradicado al olvido a las púas, a las revoluciones por minuto, el ruido a “frituras”; ya ni nos acordamos qué era rebobinar las cintas, que se traben en el cabezal, unir los extremos cortados con esmalte para uñas. Todas esas dificultades, son cosas del pasado. Pero también se introdujeron ventajas en la calidad de grabación. De hecho, hasta me acuerdo de una exagerada publicidad de principios de los 90 que advertía que la calidad de las grabaciones en CD era tan alta, que se corría el riego de escuchar las respiraciones de los concertistas. Estas son sólo algunos de los beneficios que el CD trajo a nuestras vidas.

Ahora bien, ¿con todas las ventajas que (supuestamente) el CD introdujo, lo único que se les ocurrió decir a los inventores sobre su producto es que es más chico que un disco de vinilo? ¿De verdad? ¿Nada más? ¿Ni siquiera Disco Digital, o alguna paparruchada por el estilo? ¡Mamadera… (?) qué bloqueados estaban los muchachos ese día!

2 comentarios:

  1. Impecable el relato sobre los inventos y la forma en que los califican, o nombres que le ponen, y tras leer este post, me vienen a la mente una pregunta acerca de lo que pasa por la cabeza de un inventor de juguetes.
    Es un hombre grande que piensa como niño? o un inventor de juguete es un señor que, frustrado en su infancia, hace cosas que le hubiera gustado tener?
    Algunos ejemplos son el tiki - taka, se acuerdan? a quién se le puede ocurrir que dos bolitas atadas pueden ser un juego?
    O esa patineta que tiene dos ruedas, las vieron en la calle?
    Y repararon en los vasitos que se apilan?
    Para mí, estos inventores buscan formas de mantener entretenidos a sus niños mientras miran tele.

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  2. Estimado Juan Carlos:
    Como siempre muy acertada su intervención; además llama la atención sobre una manera de titular las cosas, no ya por la función que cumplen, si no por el ruido que hacen como en el caso del tiki-taka. Yo desconfío del juego de los vasitos, creo que es el primer paso para que los niños desarrollen una carrera como estafadores profesionales con el juego de dónde está la bolita o el de las 3 cartas. No sé, me parece...

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