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sábado, 7 de agosto de 2010

Quod erat demonstandum!

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playa_pocitos1

Desde hace ya un tiempo , he venido sosteniendo la teoría de que una taza no es otra cosa que un pozo portátil. Sin embargo, y más allá de la intuición de que estaba en lo cierto, me había sido imposible encontrar una prueba irrefutable de que esa era la intención primitiva del inventor de la primera taza. Esto era así hasta el día de hoy, cuando un inestimable colaborador (?) (que pidió permanecer en el anonimato) llamó mi atención sobre la más pequeña de las tazas: el pocillo. ¡He ahí la prueba irrefutable que vincula la taza con el pozo!

Desde esta tribuna ponemos en marcha la campaña para decirle a las tazas por su verdadero nombre: Pozazo. O por lo menos para empezar a llamar al pocillo, como corresponde en el Río de la Plata, pocito. 

2 comentarios:

  1. en ese caso, que inspiro al creador de la tetera??

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  2. Jajaja, y ni te cuento como empezó a hacerse popular la palabra cajetilla...

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