Sax on the Beach, gran nombre para un disco.
Leemos: “No había otra manera. Primero, porque yo tenía trece años y ella trece y medio, y a los trece años y medio una chica ya es una mujer, y un chico todavía es un mocoso. Además estaba enamorada de un saxofón contralto, un tal Pappi, horripilante y medio pelado, eso me parecía a mí, y, sólo tenía ojos para él que balaba lascivo, porque el saxofón cuando no es el de Ornette Coleman y toca en una banda de música, y lo toca el horripilante Pappi, es (o al menos así me parecía a mí entonces) un instrumento caprino y vulvar, tiene una voz, ¿cómo diría yo?, de una modelo que se ha dado a la bebida y a la prostitución.(…) La trompeta es guerrera, angélica, apocalíptica, victoriosa, llama al ataque; el saxofón hace bailar a chulos de arrabal de cabellos untados con brillantina, que bailan mejilla contra mejilla con muchachas sudadas.” (Pág. 427 y 428)
Dejando de lado el antiperonismo de la última frase de Eco (se le zafó el gorila que lleva adentro), debo decir que acuerdo con lo que postula. Sé que vendrán críticas, pero acá los esperamos. Perdón Leo (?).
El saxo es sumamente sutil.
ResponderEliminarEl pobre no tiene la culpa de caer en las canciones de Luis Miguel.
LOS DOS SON UN JUNTADERO DE SALIVA IMPORTANTE, EN CONTRA DE LA CORNETA: DESPUES DE UN RATO TE DEJA LA TROMPA COMO SI CHUPAS NARANJA CON VIENTO EN CONTRA. ALGO PARECIDO A LO QUE PASA CON LA "VUVUSELA" (LEASE: CORNETA DE PLASTICO ORDINARIO,ACCESIBLE EN CUALQUIER COTILLON, DIFICIL DE HACER SONAR Y QUE LUEGO DEL MUNDIAL CAMBIO A UN NOMBRE MAS FASHION)
ResponderEliminarEs cierto que el saxo se puede usar para las canciones de los redondos, pero estoy completamente convencido que puesto a ser grasa no hay nada peor que un saxofón.
ResponderEliminarSi bien es cierto que la trompeta y más aún la corneta, te deja el hocico paspado y encallecido, pero todo eso ayuda a la imagen recia del hombre. No vas a comparar....