¡¿Alguien quiere pensar en los niños?!

 
Helen Alegría, consternada ante la pérdida de la soberanía…
Pasada la Semana de Mayo, no debemos dejar de lado el tema central de la soberanía nacional. La cuestión se encuentra viva entre nosotros, ya sea por el tema de Malvinas, la nacionalización de YPF o mi campaña personal para que los televisores se midan en centímetros y no en pulgadas (?) Pero dejando de lado estas trascendentes cuestiones, la soberanía se juega también en las pequeñas cosas. Ha llegado a mis oídos (probablemente una de las frases hechas más feas de la historia) que los niños argentinos, ya no son hinchas de los clubes nacionales, sino que ahora son hinchas de Barcelona o el Real Mandril o algún otro club europeo. Es decir que no sólo cada vez hay menos hinchas de clubes como River, San Lorenzo, Indensingente o Racing (que ya de por sí eran pocos) sino que hasta el mismísimo Boca Juniors estaría perdiendo hinchas infantiles; esto es gravísimo.
Diferentes actores sociales han tratado de explicar este fenómeno. Se ha esgrimido que la explicación estaría a que nuestras figuras se van a Europa cada vez más jóvenes, la inseguridad que ha alejado a los espectadores de los estadios, el nivel de juego paupérrimo que demuestran muchos equipos fecha tras fecha, entre otras. Sin embargo a mi modesto entender, esto se debe (ya nos deberíamos haber dado cuenta) a esa verdadera lacra social que corrompe a la expresión lúdica más importante del país, los periodistas deportivos. Estos verdaderos papafritas han decidido que el lenguaje no importa, y que todo está al servicio de su mediocre show personal de amiguismo desenfadado. Entonces le empiezan a decir vaselina a la emboquillada, asistencia a un pase-gol, Hat-Trick a una tripleta, efecto al chanfle y podemos seguir tirando ejemplos todo el día.
De esta manera, estos verdaderos servidores del mal (?), alienan cada vez más al futbol de su identidad nacional, y posibilitan que un niño del conurbano bonaerense o de Pergamino o de Necochea o de Villa Unión, se enoje hasta las lágrimas por la derrota del Borussia Dortmund o discuta hasta agarrarse a trompadas si la mano del zaguero del Estrella Roja de Belgrado fue adentro del área o no (Ya se que el Estrella Roja no existe más, pero era un nombre groso). Pero bueno, así estamos como sociedad (?) Ahora sí… el día que le empiecen a decir dribbling a la gambeta, me compro un lanzallamas y arremeto contra las instalaciones de TyC Sports al grito de Cristo Vence!! Estén atentos.