Dedicate algo (?)

Mr.T. en los Juegos Olímpicos; ¿Quién puede negarse a leer el librito de este disco? El misterio es cómo hizo para ganar esas medallas (?)

Uno de los géneros literarios (?) que han sido arrasados por la digitalización de la música, y que están indubitablemente en vías de extinción, son las dedicatorias, poemas y textos cortos incluidos en las solapas de los discos de rock. Algunos eran considerablemente buenos (como los de “Oktubre” de los Redondos) y otras insufriblemente pretenciosas (como el poema de Andrew Loog Oldham en “December’s Children” de los Rolling Stones) Pero lo cierto es que todos, buenos y malos, han pasado al olvido. No porque los músicos no sigan llenando sus discos de esta particular forma de arte, sino porque la digitalización de la música han convertido a los discos en objetos triviales.

Antes, la gente ahorraba para comprar discos, El disco era algo que estaba ahí, y que había que disfrutar en todos los sentidos; aunque implicara tener que fumarse las felicitaciones y demás caprichos artísticos. Ahora, en cambio, nos bajamos la discografía completa de una banda y ni siquiera nos tomamos el trabajo de escucharla, ni hablemos de leer las solapas. Para mi los discos de los últimos 10 años han salido sin tapas siquiera.