Ceremonial y Protocolo: Hay escuelas que lo enseñan.
En la gran divisoria de aguas en el mundo de la etiqueta masculina, que separa el universo de los hombres entre aquellos que dan la mano y quienes dan un beso, me encuentro ubicado entre estos últimos. Como soy joven, canchero (?) y con onda, no tengo problemas en dar besos a la gente. Sin embargo, mucha gente grande tiene la sensación de que en cada saludo se pone en juego su sexualidad y que en caso de dar un beso quedarán estigmatizados como homosexuales (?) por el resto de su existencia. Este choque en las costumbres, convierte a los primeros momentos de cada encuentro en un pequeño campo de batalla entre los estrechadores y los besadores. Por supuesto que en estos casos uno termina transigiendo y dándole la mano a los desconocidos de cierta edad, aunque siempre con conciencia de que hay algo en juego.
Sin embargo, quisiera compartir hoy algo que me sucede bastante seguido. Aparentemente tengo alguna dificultad para interpretar el lenguaje corporal de la gente y confundo alguna inclinación de los hombros hacia adelante, algún movimiento del brazo o un intento de palmada en la espalda, como el comienzo de un beso y termino actuando en consecuencia. Por supuesto que a mitad del movimiento me doy cuenta de que no era esa la intención del otro y me doy cuenta también del desconcierto que se adivina en sus ojos. Pero para ese momento ya es tarde. Estás en el baile y tenés que bailar. Podemos decir entonces que en lo que hace a las reglas de etiqueta, soy como un soldado daltónico al que han puesto de guardia y no puede identificar por los colores de las insignias, si quienes se acercan son de un bando o de otro (?).
La situación en sí sería cómica (siempre es gracioso causar un poco de incomodidad en el otro, especialmente cuando es una situación en la que no es posible enojarse) si no fuera porque generalmente uno le termina dando besos y abrazos a sus jefes y a gente que no debería. Mi vida profesional sería más sencilla si aprendiera a no saludar con un beso a nadie.
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ResponderEliminarEs muy comico cuando pasa que, te van a saludar con un apreton de mano, vos lo confundis dandole un beso, el otro se queda mirando entre el deconcierto y la idea de que uno le da mas confianza de la que esperaba
ResponderEliminarEstimado Piccoman, me reconozco un hombre de edad media, y de costumbres heterosexuales, entre ellas la buena costumbre de dar la mano. Creo que el beso es para cuando hay un grado de confianza tal que no queden dudas. O bien si te presentan a la hermana, prima o amiga en un ámbito de confianza. No así a un hermano, primo o amigo .... ahi no dudo, estrecho la mano y con un buen apretón de macho le digo si decir (lenguaje corporal) "los amigos de mis amigos, son mis amigos .... pero el besito lo dejamos para más adelante".
ResponderEliminarDebo decir también que hasta alguna mujer a veces es de protocolo, y señal de respeto también, darle la mano. Ahí aprieto menos.
Desde el universo heterosexual, macho, rudo y con olor a chivo,
un apretón de manos y un abrazo (ya que a esta altura somos de confianza) como el que se dieran el Libertador Gral. Don José de San Martín, y el Libertador General Don Simón Bolívar
Desde la Latinoamérica Libre
El Ratón Juan Carlos
Totalmente de acuerdo con usted Sr. Juan Carlos (no entiendo el porqué de su apodo; para mí, después de leer su comentario, usted pasó a ser “Cabeza de León”). Déjeme hacerle una sola observación y espero no tome a mal mi exceso de confianza (entiéndalo como una sugerencia de otro varón); cuando escribió “pero el BESITO lo dejamos para más adelante” tal vez quiso decir “pero el BESO lo dejamos para más adelante”. Espero no haya sido un lapsus calami... por Dios!!! También le dejo un fuerte apretón de mano.
ResponderEliminarPD:
Estimado Fede, tengo que decir que "besito" lo digo en tono despectivo, un hombre que se precie de tal no da besitos, da besos que pinchan
ResponderEliminaral no tener el gusto de conocerlo, le mando un apretón de manos y una palmada en el hombro
El Ratón Juan Carlos (no es apodo, soy un ratón que ha pegado un salto evolutivo y tiene la capacidad de abstraer y sacar conclusiones)
Ahora me quedo tranquilo; no supe entender su sarcasmo.
ResponderEliminarTampoco tengo el agrado de conocerlo, aunque después de su declaración preferiría no hacerlo en persona; al menos hasta tener previamente una foto carné suya (disculpe y comprenda mi prejuicio de ignorante, quiero evitarme el posible susto; me cuesta creer que dicho salto evolutivo haya dado buenos frutos en cuanto al aspecto físico). No puedo evitar imaginármelo como una mezcla entre los fallecidos Nelson de la Rosa y Mitch. Por favor no lo tome como un insulto, de ninguna manera es mi intención.
Le mando un abrazo.
PD: Vio que lo que comenzó con un apretón de manos, pasó a una palmada en el hombro y ahora termina en un abrazo; pero no se incomode que no va a culminar en un beso.
Pido disculpas, no espera provocar tantas masculinidades lesionadas con este simple post. Y mejor que no nos cruzemos porque les voy a zampar un beso bien masculino a cada uno...
ResponderEliminarYa que estamos en el afán de poner picante la cosa, me gustaría señalar que la evolución ha llevado al compañero (sí, compañero) Juan Carlos por el camino nacional y popular. Juan Carlos Conducción!!!
ResponderEliminarPD: agradezco que nadie haya sacado a colación que la costumbre de saludar con un beso cayó en desgracia después de la infortunada práctica de Judas. Judas: Traidor a Jesusito y traidor a la causa besística! Ni olvido, ni perdón...