Braile: Ahora dicen que les recortarían los libros y ya hay polémica.
Creyeron que nadie se iba a dar cuenta, pero descubrí su complot. La marcada animadversión que la literatura (dicho así en general) tiene para con los ciegos, no se debe a la conveniencia de alguna elaborada metáfora o al prejuicio aislado de unos autores desalmados. ¡No! Se debe a que los ciegos no les compran sus libros. De allí que los ciegos no se enteren de esta campaña de difamación y esos cobardes puedan salirse con la suya. ¿Piensan que el Informe sobre Ciegos de Sábato, o el libro de Saramago (?) o el pérfido villano de Umberto Eco en El nombre de la Rosa, son puras casualidades? No, les pegan porque no les van a responder. Canallas. Me voy para la radio a denunciar lo que está pasando. Se va a a armar la de San Quintín (?)
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