¡Pescado!

 

Héroe incomprendido o ladri…Hoy, la pesca en el banquillo (?)

En otro acto que me separa de la demagogia y me ensalza como comunicador social (?), debo decir que no veo cual es el mérito o la experticia que demuestra una persona al momento de pescar. El tipo prepara el anzuelo y lo tira al agua; el resto del trabajo lo hace el pescado que es lo suficientemente curioso (seamos buenos y atribuyámoslo a la curiosidad) como para engancharse en el anzuelo.

Los cultores de esta especialidad objetarán que hay un grado de habilidad y destreza en saber dónde tirar el anzuelo y en cómo sacar al bicho del agua. Seamos buenos, ¿qué son estas modestas competencias comparadas con la voluntad del pescado de engancharse en el anzuelo? Uno podría poner la carnada más pertinente (esto nos introduce en las farragosas aguas de las preferencias ´del pescado, en la que preferiría no introducirme), seleccionar el lugar más adecuado para poner los anzuelos y usar los aparejos más modernos, y aún así, dependeríamos del hambre y el lapso de atención de un animal que no se encuentra entre las especies más brillantes.  Soy consciente de que estoy asestando un duro mazazo a la, hasta hace poco, inconmovible muralla de la masculinidad. Pero es hora de que paremos de mentir por dos años, muchachos (?) No…perdón…eso era de otro momento.